- Área: 156 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Milena Villalba
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Proveedores: Saint-Gobain, Ascensores Valencia S. L., Hormigones Martínez S. A., JUNG, Placo
Descripción por Ana Asensio. La Bodega Dussart Pedrón, situada en la población de Los Pedrones, en Requena (Valencia), es el nuevo espacio surgido tras la rehabilitación de una antigua construcción familiar que ha tenido ya muchas vidas.
El espacio actual, de 156m2, fue en origen un corral, un volumen alargado de una planta con un gran patio anexo. Posteriormente se transformó en bodega, reutilizando la nave del corral como almacén de depósitos […] En los años 60, al crearse la cooperativa del pueblo, la bodega dejó de elaborar su vino para convertirse en almacén. Hoy, sus descendientes regresan desde Francia dejando una vida atrás, para rescatar la antigua bodega familiar que levantó un día el bisabuelo, rescatando también el vino de elaboración propia que se había abandonado.
La intervención trabajará el paso del tiempo como un material más de construcción, sin esconder esas cicatrices. En ese lugar-territorio se insertarán las nuevas instalaciones, empleando materiales fácilmente identificables y asociados a nuestro tiempo. La construcción original se revisa, actuando de manera personalizada con cada elemento. La cubierta mantiene su estructura de rollizos original sobre la que se aplica un tratamiento al agua, el cañizo se sustituye por listones de madera machihembrados, las tejas se limpian y vuelven a colocarse en su ubicación. La fachada norte, que aún muestra las trazas de su pasado como corral, se mantiene así, con los huecos cegados. En el nivel inferior, donde la familia comenzó a elaborar sus vinos hace más de cien años, se redescubre el muro de ladrillo de los depósitos originales.
Sobre este lienzo de recuperación de lo existente se estructura todo el nuevo programa, basado en tres espacios relacionados. El nivel 0, marcado por la cota de acceso en la fachada este, ocupará la antigua ampliación, que se destina a la elaboración; desde ella se accede a otras dos salas, situadas en dos niveles en la nave oeste: el nivel -1, de antiguos depósitos de hormigón, se transforma en la sala de guarda de la bodega, aprovechando su inercia térmica para la maduración en barrica, mientras que el nivel +1 se plantea como zona de recepción de la uva, e integra los servicios y laboratorio, y un nuevo vano que perfora el muro de mampuesto.
Estos niveles se redefinen en base a una estructura de hormigón armado que consolida la construcción y la refuerza, posibilitando el nuevo uso. Las escaleras y el montacargas se colocan en el centro, rodeando el pilar y creando una pieza central. Los nuevos paramentos se realizan en pladur blanco; se insertan como un elemento perimetral que rodea el espacio, integrando los servicios y permitiendo que las superficies sean lavables para el correcto funcionamiento de la bodega. En el espacio entre estos dos elementos se coloca la iluminación ambiental, que potencia la textura de los muros y los rollizos de cubierta, pero que también remarca esa separación, esa distancia.
Esta intervención supone una capa sobre la construcción, sólo rozando, como una instalación reversible que al tiempo dibuja un folio en blanco sobre el que recomenzar.